El Hércules resolvió con éxito un partido que, a priori, se le presentaba complicado, a causa de las numerosas bajas que tenía. Estas son: Tuni, Unai Expósito, Abel Aguilar y Andrija Delibasic, suplidos respectivamente por Sendoa, Ruz, Rodri y Taborda. Sorprendió a todos la suplencia inicial del "Killer" herculano Rubén Navarro, ya que todos creíamos que sería el sustituto natural de Delibasic en lugar del mencionado Sebastián "huracán" Taborda.
El CD Alavés, que ejercía de local, se había tomado el partido como una final, argumentando que la supervivencia del club se veía íntimamente ligada a la consecución de la permanencia en la división de plata de nuestro fútbol.
Consecuentemente, el partido comenzó con un dominio abrumador de los locales, quienes llegaban una y otra vez a la portería herculana. Finalmente, tras varios intentos, en un córner en el minuto ocho de partido el Alavés conseguía adelantarse al conjunto de Mandiá gracias a un gol con la cabeza de Juanjo, tras desviar un lanzamiento de media-chilena de un compañero.
Así concluyó la primera parte, con un resultado de 1-0 a favor de los locales, que eran dueños absolutos del partido. Tenían enfrente a un Hércules espeso, sin claras ideas, plagado de bajas, aunque no muerto.
Nada más comenzar la segunda parte el Hércules comenzó a hacerse dueño del centro del campo y acreedor de la mayoría de las jugadas con peligro. A los cuatro minutos de comenzar la segunda mitad, los visitantes igualaban el encuentro gracias a un remate dentro del área de Tote, que cruza el balón, alto, para batir así al meta local.
Con el 1-1, El Alavés se vio obligado a lanzarse al ataque y, cinco minutos después Javier Guerra remataba un córner con el pie a medio metro de la línea de gol. Sorprendentemente Calatayud, con unos reflejos felinos, consigue despejar el balón a córner. Este fue el punto de inflexión.
El Hércules se adueñó totalmente del encuentro, y unos minutos más tarde se adelantaba en Mendizorroza gracias a un magnífico centro de Fernando Sales desde la derecha, rematado excepcionalmente, raso, por Sendoa Aguirre. Sencillamente un golazo.
Al final del partido Mandiá decidió dar descanso a Taborda, desaparecido durante todo el partido, (excepto alguna jugada aislada) para dejar paso al ex jugador del Alavés Rubén Navarro. A unos pocos minutos del final el mismo Rubén Navarro establecía el definitivo 1-3 en el marcador. El delantero pidió perdón a la que fue su afición, aunque seguramente en el fondo estaba feliz. Su actual equipo está ahora un paso más cerca de la primera división.
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